SE ACABÓ LA PASIÓN...!!!
Ya terminó un año más el Viernes Santo en Las Palmas de Gran Canaria. Después de visto lo visto en las procesiones de esta tarde, éste, que ha sido coordinador, tanto general como parroquial (San Francisco), que ha sido secretario en dos ocasiones de la Junta de Gobierno de la Cofradía de la Virgen de la Soledad de la Portería, que admiro el arte que atesora y la cultura ...que se dimana de la Semana Santa Laspalmeña a lo largo de sus cinco siglos de historia, que he escrito numerosos artículos en prensa sobre su historia, tanto en prensa regional como prensa especializada, que he asistido a congresos nacionales como único representante de nuestra Semana Santa, que he publicado algún libro sobre ella, yo, que desde los ocho años de edad he estado vinculado a la Semana Santa de Las Palmas de Gran Canaria de una forma u otra (y ya tengo 43), hoy, sólo puedo decir una cosa...
Viendo la desidia del clero parroquial de Vegueta y Triana, los presbíteros José Domínguez Pérez en Santo Domingo, el Cabildo Catedral, Diego Monzón en San Agustín, Ricardo González en San Telmo, y el de San Francisco, José Luis Guerra de Armas, a quienes no les importa nada la prosperidad y mejoría de estos cultos, salvo en el caso de sacar algún egoista beneficio, que tiranizan a todos los que les rodean, feligreses o no, cofrades, patronos, etc con el dictatus de "yo soy el párroco y aquí se hace lo que digo yo" cuando no tienen ni pajolera idea de lo que es la Semana Santa de laspalmeña, a los que sólo les importa mantener un status quo que hace tiempo ya, mucho tiempo, quedó obsoleto y sin sentido en el presente, que con su suicidio pastoral y religioso están cometiendo un latrocinio patrimonial y cultural igual de profundo e irremediable que el causado por la Desamortización...
Viendo la actitud servil y borreguera de much@s personajes de la fauna semanasantera capitalina quienes, viendo lo mismo que yo y pensando y opinado lo mismo que yo, no sólo no hacen nada por remediarlo sino que, con su hipócrita actitud, sostienen sus "varas y medallas" aunque el barco se les esté hundiendo por la proa, como es el caso...
Viendo el tedioso aburrimiento de monotonía anual que son nuestras procesiones de Semana Santa, y aunque debo elogiar la actitud de esfuerzo de hermanos mayores de cofradías y algunos patrones, de la Unión de Cofradías, y de muy pocas personas más, éste, que les escribe, viendo lo visto, pongo punto y final.
Para mí la Semana Santa de Las Palmas de Gran Canaria ha muerto definitivamente hoy. No vuelvo a moverme ni a implicarme más en ella. Si quiero Semana Santa me tomo un avión y me voy a Sevilla o a Málaga, o inclusive a La Laguna, todo, cualquier sitio, (playas, nuevas ciudades, mi casa...), menos la insufrible y desapasionada Semana Santa Laspalmeña, hecha por unos mediocres, consentidos y auspiciados en tanto que sepan callar o ganarse el puesto con cualquier tipo de favores (sexuales incluídos, y sé lo que digo); dónde el afán de una vara destruye cofradías de inmenorial veteranía; dónde arribistas de medio pelo con apellidos de vacía fortuna se alían con fortunas de escasa procedencia con tal de ocupar un puesto en un cortejo procesional; dónde el trabajo, el entusiasmo, la ilusión, el esfuerzo..., no sólo no son un mérito sino que son el medio para que el cura de turno, manipulando bien, te deje hacer, siempre que sea en su provecho propio y en el de su parroquia, y no exijas ni jornal ni el reconocimiento debido a la labor realizada.
Se acaba de terminar la Pasión y mañana la Iglesia cantará la Resurrección con la anodina alegría de un rito litúrgico vacío, cíclico y carente de espíritu, el clero de Vegueta y de Triana cogerá una semanita de descanso (agunos como el de San Francisco en la península), mientras en sus templos quedará el vocero de su señor (sacristán de turno), al cargo de recoger los enseres, imágenes y bártulos diversos que para esta Semana, una vez más, fueron necesarios.
Ya no me alarma el que se vacíen los templos de Vegueta y Triana, el que no haya renovación de personas, el que los cortejos procesionales sean de menor cantidad y calidad, el que siempre sean los mismos los que hagan, el que... Ya no me alarma. Ya lo he entendido. Ya la realidad me ha contestado. Ya no se vacían los templos, ya la Iglesia es vacío, carente de respuestas actuales y óptimas, carente de espíritu revitalizante, envejecida, cansada, mecánica, amedentrada en un status quo que no pretende alterar para salvar unos "muebles" que hace tiempo que ya perdió, unos templos de pétrea dureza que sólo merecen ser visitados por su belleza patrimonial y cultural, y que como los curas que los gobiernan, hace tiempo que perdieron todo espíritu cristiano de empatía e imbricación con el otro, que sólo son voceros de aires huecos, de homilías descargadas de internet una hora antes de salir a decir Misa a los poquísimos que aún están dispuestos a perder una hora de su tiempo en estar ante unos ritos mecánicos y muertos per se.
Se acabó mi Pasión...!!!
Viendo la desidia del clero parroquial de Vegueta y Triana, los presbíteros José Domínguez Pérez en Santo Domingo, el Cabildo Catedral, Diego Monzón en San Agustín, Ricardo González en San Telmo, y el de San Francisco, José Luis Guerra de Armas, a quienes no les importa nada la prosperidad y mejoría de estos cultos, salvo en el caso de sacar algún egoista beneficio, que tiranizan a todos los que les rodean, feligreses o no, cofrades, patronos, etc con el dictatus de "yo soy el párroco y aquí se hace lo que digo yo" cuando no tienen ni pajolera idea de lo que es la Semana Santa de laspalmeña, a los que sólo les importa mantener un status quo que hace tiempo ya, mucho tiempo, quedó obsoleto y sin sentido en el presente, que con su suicidio pastoral y religioso están cometiendo un latrocinio patrimonial y cultural igual de profundo e irremediable que el causado por la Desamortización...
Viendo la actitud servil y borreguera de much@s personajes de la fauna semanasantera capitalina quienes, viendo lo mismo que yo y pensando y opinado lo mismo que yo, no sólo no hacen nada por remediarlo sino que, con su hipócrita actitud, sostienen sus "varas y medallas" aunque el barco se les esté hundiendo por la proa, como es el caso...
Viendo el tedioso aburrimiento de monotonía anual que son nuestras procesiones de Semana Santa, y aunque debo elogiar la actitud de esfuerzo de hermanos mayores de cofradías y algunos patrones, de la Unión de Cofradías, y de muy pocas personas más, éste, que les escribe, viendo lo visto, pongo punto y final.
Para mí la Semana Santa de Las Palmas de Gran Canaria ha muerto definitivamente hoy. No vuelvo a moverme ni a implicarme más en ella. Si quiero Semana Santa me tomo un avión y me voy a Sevilla o a Málaga, o inclusive a La Laguna, todo, cualquier sitio, (playas, nuevas ciudades, mi casa...), menos la insufrible y desapasionada Semana Santa Laspalmeña, hecha por unos mediocres, consentidos y auspiciados en tanto que sepan callar o ganarse el puesto con cualquier tipo de favores (sexuales incluídos, y sé lo que digo); dónde el afán de una vara destruye cofradías de inmenorial veteranía; dónde arribistas de medio pelo con apellidos de vacía fortuna se alían con fortunas de escasa procedencia con tal de ocupar un puesto en un cortejo procesional; dónde el trabajo, el entusiasmo, la ilusión, el esfuerzo..., no sólo no son un mérito sino que son el medio para que el cura de turno, manipulando bien, te deje hacer, siempre que sea en su provecho propio y en el de su parroquia, y no exijas ni jornal ni el reconocimiento debido a la labor realizada.
Se acaba de terminar la Pasión y mañana la Iglesia cantará la Resurrección con la anodina alegría de un rito litúrgico vacío, cíclico y carente de espíritu, el clero de Vegueta y de Triana cogerá una semanita de descanso (agunos como el de San Francisco en la península), mientras en sus templos quedará el vocero de su señor (sacristán de turno), al cargo de recoger los enseres, imágenes y bártulos diversos que para esta Semana, una vez más, fueron necesarios.
Ya no me alarma el que se vacíen los templos de Vegueta y Triana, el que no haya renovación de personas, el que los cortejos procesionales sean de menor cantidad y calidad, el que siempre sean los mismos los que hagan, el que... Ya no me alarma. Ya lo he entendido. Ya la realidad me ha contestado. Ya no se vacían los templos, ya la Iglesia es vacío, carente de respuestas actuales y óptimas, carente de espíritu revitalizante, envejecida, cansada, mecánica, amedentrada en un status quo que no pretende alterar para salvar unos "muebles" que hace tiempo que ya perdió, unos templos de pétrea dureza que sólo merecen ser visitados por su belleza patrimonial y cultural, y que como los curas que los gobiernan, hace tiempo que perdieron todo espíritu cristiano de empatía e imbricación con el otro, que sólo son voceros de aires huecos, de homilías descargadas de internet una hora antes de salir a decir Misa a los poquísimos que aún están dispuestos a perder una hora de su tiempo en estar ante unos ritos mecánicos y muertos per se.
Se acabó mi Pasión...!!!
Articulo de Pedro Antonio Ramos Machín.
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