HISTORIA DEL PASO DEL HUERTO DE LOS OLIVOS DE SAN FRANCISCO DE ASIS DE TRIANA

HISTORIA DEL PASO DEL HUERTO DE LOS OLIVOS DE SAN FRANCISCO DE ASIS
DE TRIANA
 



 
 

 

 




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l trono del Señor de la Agonía o Señor del Huerto de los Olivos de la Parroquia de San Francisco, como otras tantas devociones, tiene su origen en la etapa conventual de este templo del Barrio de Triana, que cuenta ya con quinientos cuatro años de historia.

            El origen de este misterio o paso de nuestra Semana Santa se halla en la Cofradía de la Virgen de la Soledad de la Portería en el año 1641, concretamente en la fundación que de dicho patronazgo y dotación del mismo hizo el entonces mayordomo de la confraternidad Marcos Sánchez de Orellana (el maior), como así se desprende de la rendición de cuentas de aquel año ante el obispado:

“...Los ochocientos de la fechura de la imagen del Señor del Huerto...”

(LCM - año 1641 - Fol. 19 vltº)

No consta con anterioridad ninguna otra procesión en la mañana del Lunes Santo aunque la cofradía abonará anualmente un descargo al predicador que celebra el oficio litúrgico en ese día al menos desde el año 1631.

            Seguramente, y habida cuenta de que en 1652 la cofradía volverá a encargar la realización de una nueva imagen del Señor del Huerto, la primera imagen pudo haber sido realizada por algún artista local y su calidad pudiera dejar algo que desear, aún cuando la cofradía ya tenía experiencia en solicitar la realización de imágenes a la península como lo fueron Nuestra Señora de la Soledad de la Portería en 1637 y la imagen del San Juan Evangelista del trono procesional de la Santa Cruz Desnuda, adquirida junto con sus andas procesionales en el año 1638.

            Tanto la cofradía de la Virgen de la Soledad como sus mayordomos hereditarios de aquella época remota, abonaban el coste de dicha salida procesional hasta el año 1652, fecha en la que falleció doña Juana Sosa, vecina de nuestra ciudad, y que legó en su testamento la nada despreciable suma de dos mil reales para que los intereses que produjeran costeasen dicha procesión. Ante esta novedad, don Marcos Sánchez de Orellana complementó la imposición legada por doña Juana y la hizo aumentar hasta las doscientas   doblas de capital principal, con lo que se satisfacían los costes de la procesión y se descargaba a la cofradía de las obligaciones económicas que hasta el   momento venía sufragando.


 

 

            Esta maniobra económica del mayordomo de la cofradía de la Virgen de la Soledad en 1652 tuvo una parte positiva y otra negativa para la confraternidad. De un lado y como factor a favor, la cofradía dejaba de hacer un gasto importante y centraba sus ya mermados caudales en la organización de la procesión del Santo Entierro de Cristo y la Virgen de la Soledad, del Viernes Santo, así como en los fastos y procesión del Domingo de Resurrección y en el culto litúrgico que durante el año se tributaba a la venerada imagen de Nuestra Señora en la hoy desaparecida Capilla de la Portería conventual. Pero por otro lado y como factor negativo, la procesión del Señor del Huerto de Los Olivos pasaba a un dominio privativo de la familia Sánchez de Orellana con todo el patrimonio artístico y los enseres    procesionales que la cofradía había costeado. No tenemos noticias del malestar de la cofradía de la Virgen de la Soledad ante esta situación, pero a buen seguro lo hubo, ya que más adelante en el tiempo, la confraternidad será compensada económicamente por aquel perjuicio patrimonial.

            Hasta el día 15 de marzo del año 1665 todo siguió su curso tal y como lo había dejado trece años antes el mayordomo de la cofradía, pero será en esa fecha y después del fallecimiento de don Marcos Sánchez de Orellana, cuando su hijo y legítimo heredero en la mayordomía de la confraternidad y en el patronazgo del Señor del Huerto, el capitán de artillería don Asencio Sánchez de Orellana, introduzca la primera y fundamental modificación en el legado de su padre. En aquella fecha de 1665 otorgó una escritura pública ante el Escribano Diego Álvarez de Silva en la que, previa relación de todo lo que venimos diciendo, cede sus derechos de patronato sobre el Señor del Huerto de Los Olivos a favor de la Orden Tercera Franciscana o Hermandad de Seglares de la Orden de Menores de San Francisco de Asís. Para si se reserva los siguientes derechos:

 

“...de visitar las insignias, vestirlas, y que rompiéndose o gastándose, el (y) los suyos lo han de renovar a su propia costa, y la Hermandad no ha de poner mano en esto...”

 (LCM - año 1665 - Fol. 82 r y vltº)

 

Todo lo demás, incluyendo las escrituras de dos doblas de renta que abonaban los herederos de Juan Estañol a favor del Señor del Huerto, fueron traspasados a la Orden Tercera con una sola condición y que era la compensación al perjuicio patrimonial a la cofradía de la Virgen de la Soledad en 1652:

 

“...la limosna que se pide el dicho día de Lunes Santo en dicha procesión, ha de ser partible. La mitad que se ha de quedar la Hermandad, para ayuda del costo de dicha procesión; y la otra mitad la han de entregar, sin fraude alguno, al dicho Capitán Asencio Sánchez para la Cofradía de Nuestra   Señora de la Soledad.”

(LCM - año 1665 - Fol. 82 r y vltº)

 

                Con lo que venimos diciendo hasta el momento, el Patronazgo del Señor del Huerto de los Olivos es el decano de los patronazgos procesionales de la Iglesia de San Francisco de Asís, ya que podemos datar su fundación en el año 1665 y que el del Señor de la Humildad y Paciencia, anterior en fechas a este, fue instituido en la desaparecida iglesia trianera de Nuestra Señora de los Remedios.

            El actual misterio procesional del Señor del Huerto de los Olivos es la fusión del patrimonio artístico que a lo largo del tiempo ha ido conformando esta escena de la Pasión del Señor, que se ajusta desde sus orígenes hasta   nuestros días al relato del Evangelio de San Lucas, capítulo 22, versículos 39 al 46:

Salió y, como de costumbre, fue al monte de los Olivos; los discípulos le siguieron. Llegado al lugar les dijo: «Pedan que no caigan en tentación.» Se apartó de ellos como un tiro de piedra, y puesto de rodillas oraba diciendo: «Padre, si quieres, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.» Entonces se le apareció un ángel venido del cielo que le confortaba. Y sumido en agonía, insistía más en su oración. Su sudor se hizo como gotas espesas de sangre que caían en tierra.

      Levantándose de la oración, vino donde los discípulos y los encontró dormidos por la tristeza; y les dijo: «¿Cómo es que están dormidos? Levántense y oren para que no caigan en tentación.»

 

            La imagen más antigua de este misterio es la del Señor de la Agonía, realizada en el año 1801 por José Luján Pérez por encargo de la Orden Tercera Franciscana. La talla, de las             denominadas de candelero, nos muestra a Jesús de Nazaret postrado, en actitud orante, con las manos   entrelazadas sobre el pecho, exudando sangre pero sin llegar a la exageración policromática, tan del gusto de la época en que se estrenó. A la vez que estremece la narración evangélica, esta imagen nos traslada a un momento de máxima intimidad de Jesús; un momento de dolor y confusión que el artista aunó en un rostro sereno, observante, con la boca entreabierta, orando al Padre.

            Las siguientes imágenes en orden cronológico son los tres apóstoles dormidos, conocidos        popularmente como “los dormilones”. Las tres tallas salieron de la gubia del artífice palmero Arsenio de las Casas Martín en la última década del siglo XIX por encargo del párroco de San Francisco de Asís don Antonio Artíles Rodríguez. Las imágenes, que representan a los discípulos Pedro, Juan y Santiago, son también de candelero. En ellas, llama la atención tanto la actitud reposada de los apóstoles como la posición de manos y pies, desenfadada y como fuera de tono dentro del drama escénico que representan.

La última incorporación a este misterio de la Pasión es el ángel. Fue encargado por el párroco don Miguel Ojeda Ortiz en 1958 al escultor valenciano y catedrático de modelado de la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Santa Cruz de Tenerife, don Miguel Ángel Casañ, quien lo tuvo listo para ser estrenado el Lunes Santo de 1959. Siendo la única escultura de talla completa de este paso y aún cuando sus nobles proporciones pudieran dar el sentido de desproporción dentro del conjunto, el escorzo de la talla en ofrecimiento del cáliz de la pasión al Señor, la extensión de sus alas, así como el conjunto policromático del mismo, hacen del Ángel del Huerto una figura complementaria que en nada ensombrece a la del Jesús orante.


            Por último, y como detalle anecdótico, el más nuevo siempre en este trono, el olivo. Desde el tan lejano año de 1631 el olivo siempre ha sido natural, o por lo menos no consta lo contrario. Ya en las cuentas de la mayordomía de la Cofradía de la Soledad aparecen descargos por la compra de éste y en la actualidad los diferentes patronos procesionales que ha tenido este trono siempre lo han adquirido, ya bien por donación altruista, ya por compra.

            Como hemos visto, la devoción al Señor de la Agonía o Señor del   Huerto de los Olivos se remonta a la primera evolución tras su origen de nuestra Semana Santa, primero de la mano de la Cofradía de la Virgen de la Soledad de la Portería, y posteriormente por los sucesivos patronazgos       procesionales que han custodiado y enriquecido este paso de la Pasión. Pero no obstante a estos patronazgos procesionales, la devoción al Señor en el Huerto de los Olivos llevó en 1894 a la fundación de una cofradía de manos de los Padres Paúles, recién establecidos en nuestra ciudad. Esta confraternidad, denominada “Archicofradía de la Santa Agonía de Nuestro Señor Jesucristo” tuvo poca vida, ya que se extinguió en los años cuarenta del pasado siglo. Fue agregada a la Casa Madre de los Paules en París y el altar del Señor del Huerto fue declarado “Altar Privilegiado” por medio de un Breve Pontificio de S. S. León XIII, del 8 de enero de 1895.

            Desde que fue extinguida la Orden Tercera en el convento franciscano de Las Palmas por mor de la desamortización de Mendizábal, la titularidad patronal del Señor del Huerto ha pasado por diversas manos, aunque ha habido una constante e invariable custodia desde fechas anteriores al año 1885 por parte de la familia Alzola. Primero fue la madre de doña Pino Déniz Grek, después ésta misma, y así sucesivamente hasta llegar al año 1999; de una forma u otra dicha familia ha estado vinculada al Señor del Huerto, ya sea como Camareras de la Sagrada Imagen y custodios de su ajuar y patrimonio, ya como patrono procesional en la persona de don José Miguel Alzola González.


Es necesario ya detenernos en esta singladura histórica y acercarnos a tiempos más recientes del Señor del Huerto, porque siendo patrono el abogado e investigador Alzola González es cuando se ha realizado una más profunda y seria actualización de los enseres procesionales de dicho patronazgo, entre los años 1989 y 1991.

            Por encargo del señor Alzola González el ebanista don Manuel Martel compuso y talló el actual paso procesional realizado en madera y en dos cuerpos, realzando con ello la escena pasionaria. La obra, totalmente artesanal, fue gestada y desarrollada en su totalidad en nuestra ciudad. También fueron confeccionados un nuevo juego de faldones, realizados por la Casa Roses de Valencia en raso rojo y galonería y habiendo siendo bordado en la pieza delantera el escudo franciscano que se halla tallado en cantería al centro del paramento frontal de la espadaña-campanario del templo, en memoria del   patronazgo ejercido durante ciento setenta años por la Orden Tercera Franciscana (1665 - 1835), el primero y más duradero de cuántos ha tenido este misterio de la Pasión.

            Amén de esto, también son nuevas las túnicas de los Apóstoles dormidos y los cíngulos que las ciñen, obra también artesanal y realizada por doña María de los Ángeles Alzola González. Las capas que visten éstos siguen siendo las del ajuar antiguo, datado con anterioridad a 1885.

            Todo fue estrenado en la Semana Santa de 1991, incluyendo la limpieza que del rostro del Señor del Huerto hizo la restauradora doña Inés Cambril García, y la recomposición de la más antigua túnica que sale en procesión en la Semana Santa de la Parroquia de San Francisco, la del Señor del Huerto, datada también con anterioridad al año 1885 según los inventarios patrimoniales de la parroquia y realizada en terciopelo rojo bordado en oro.

            A todas las personas y familias que desde la Orden Tercera Franciscana han ejercido el Patronazgo del Señor del Huerto hay que estarles muy agradecidos, ya que sin su generosidad altruista, sus desvelos, sus mimos y cuidados, este patrimonio artístico, cultural y religioso que es el Trono del Señor del Huerto no hubiera llegado hasta nuestros días, y no estaría en el buen estado en el que se encuentra. Todos ellos sucesivamente y a lo largo del tiempo han dado de si lo mejor que han podido o que han sabido, donando incondicionalmente a la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria un tesoro histórico que desde cualquier punto de vista es huella del acervo grancanario y patrimonio inmaterial de nuestra cultura.-

 
 

El Patronazgo del Señor en el Huerto de los Olivos sale en la tarde noche del Viernes Santo de cada año, siendo el segundo trono del Cortejo de la Procesión Magna.

Dotado de ruedas y dirección, el trono es movido por tres   hombres de una cuadrilla de cargadores del Risco de San Nicolás que desde hace tres generaciones son los encargados de portar los tronos procesionales de la Parroquia de San Francisco de Asís, al frente de ellos, “Maestro Fermín”.

El Señor en el Huerto es la única imagen de este trono que recibe culto público durante el año, en su retablo del siglo XVII ricamente estofado y dorado y situado en la nave    central del templo, mientras que el resto de imágenes son custodiadas en los camarines de la parroquia. Todo el ajuar del trono se custodia en la parroquia en un ropero realizado ex-profeso para este fin.
 

FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

 

ARCHIVOS:

Archivo Histórico Diocesano de Las Palmas.

(LCM) Libro de Cuentas de Mayordomía de la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad de la Portería. Años 1636 a 1795.

 

Fotos sin referencia.

Archivo “WWW.FOTOSDEGRANCANARIA.COM

Daniel Vinuesa, 2009

 

Archivo del autor. Años 2008 a 2011.

 

PUBLICACIONES:

“La Semana Santa de Las Palmas”

José Miguel Alzola González - Madrid, 1989.

 

“La Novena de la Virgen de la Soledad de la Portería, 1761-2011. Noticias de su historia y de su cofradía”

Pedro Antonio Ramos Machín - LPGC, 2011.

 



 

 

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